Resulta que tuve que anoche tuve que ir a acompañar a mi mamá a San José y a eso de las 7:45 pm, nos subimos al bus No. 11 de la Ruta Paracito en el Parque de Moravia. El chofer llevaba el radio a TODO volumen escuchando el partido que a esa hora transmitían, que no escuchó cuando mi mamá le dijo que se cobrara dos pasajes (el de ella y el mío), y él solo le cobró uno. Cuando el se percató de su error, le reclamó en un tono bastante IMPERTINENTE y GROCERO, y ella le dijo que si tuviera el radio a un volumen adecuado, le hubiera podido escuchar que ella le dijo que se cobrara 2 PASAJES.
Mi mamá es un poco nerviosa y ante semejante regañada que le pegó el chofer, ella se bloqueó y sin darse cuenta, pasó nuevamente por la barra contadora para hacerle el pago del segundo pasaje. En ese momento el le pegó lo gran gritada regañándola, y ella le volvió a reiterar que ella no tenía la culpa que el estuviera escuchando el partido a todo volumen y ni atención le puso a la indicación de ella.
Al tipo se le olvidó que estaba en HORAS LABORALES. No estoy diciendo que el debía tener el radio apagado (diay, tenía derecho a escuchar el partido), pero si que lo escuchara a un volumen adecuado para que escuchara los usuarios, ya que SU TRABAJO es brindar un buen servicio. De hecho, tal era el volumen, que casi no le escuchaba a mi mamá lo que iba hablando. No puede ser posible que se moleste y le grite a todos los usuarios, solamente porque, por andar distraido escuchando un PARTIDO DE FUTBOL, cometa errores y luego se desquite con los usuarios, poniendo en mal a la empresa que representa.
Y no me quedé callada. No señores. Máxime que a mi mamá nadie le grita. Así que tomé todos los datos del bus, y las descripción del roquito e hice la carta de queja y la mandé a la empresa de buses. Inmediatamente la administradora me llamó para disculparse y para decirme que iba a tomar cartas en el asunto y que iba a contestarme por via escrita.
A los ticos se nos ha enseñado a que se aguantarnos todo, a agachar la cabeza, aguantar las gritadas y las malas caras, pero tenemos que aprender a decir NO y ponerle un alto a estas cosas y quejarnos. Estamos pagando por servicios o por productos y por lo tanto debemos exigir un buen trato.
En estos últimos años he aprendido a que si me quedo callada, voy a tener que seguirme aguantando este tipo de cosas, pero si me quejo, puedo contribuir con mi granito de arena para que las cosas cambien, que ya no se sigan dando estos abusos
Solo de dejo una recomendación:
QUEJESE!!!
La mayoría de las veces es efectivo!!